TRAJES TIPICOS DE BOYACA
Los chibchas del altiplano cundiboyacense cubrían cuerpos con faldas de telas de algodón listado y de muchos colores, las cuales ajustaban a la cintura con el “chumbe” o cinturón tejido en lanas y algodón; esta especie de anaco lo utilizaban los hombres hasta la rodilla y las mujeres hasta el tobillo. Las mujeres usaban una manta cuadrada llamada “chircate”, ceñida a la cintura; la faja “chumbe” y sobre los hombros un pequeña manta llamada “liquira”, prendida a los pechos con un alfiler grande de oro o plata.
Los hombres chibchas llevaban un largo poncho de lana que les llegaba hasta las corvas, para protegerse del frío.
Los vestidos españoles y chibchas de los siglos del coloniaje hispánico, con las influencias de las modas francesas introducían en las de los borbones y el siglo XVIII y otras europeas del siglo XIX, fueron conformando un traje típico del boyacense y recibió adaptaciones de acuerdo a la región.
El campesino boyacense viste de pantalón de dril, camisa de tela de algodón, alpargates, sombrero de tapia pisada y ruana de lana; en algunos casos la montera de ruana.
La mujer boyacense de los campos viste una falda de tela de algodón con amplios vuelos y adornada en la parte inferior con dibujos y aplicaciones de variados colores, blusa de algodón con bordados, pañolón o mantenilla, sombrero de caña o tapia pisada, alpargates blancos atados con galones negros. La campesina boyacense acomodada acostumbra una indumentaria en las telas y finos adornos, paño de castilla, cachemira o frisa.
El campesino boyacense usa la ruana, la cual tiene su origen en los largos ponchos chibchas y capote español. Son en general hechas en tonos oscuros y relativamente pequeñas.
El sombrero campesino boyacense es de tapia pisada hecho de trencilla de “palmiche” y fibra de palma de ramo o fique. También se acostumbra el sombreo de caña en algunos lugares del centro y valle de tenia.
Vestidos
El clima frío de la región caracteriza el vestido con una variada gama de colores, que obedecen a una tradición que se remonta a la época en que los chibchas utilizaban para sus ritos y ceremonias mantas azules, rojas y de otros colores que hoy se reflejan en pañolones, blusas, faldas y mantillas, que han sido constantes en los últimos cuatro siglos, y una especial tendencia a bordar, adornar y embellecer atuendos.
Las campesinas de la región visten falda negra y larga confeccionada con prenses; va con diferentes adornos, con muchos colores elaborados en cintas de artiseda, canutillos y mostacillas. Debajo de la falda se usa una enagua blanca con arandelas; la campesina de páramo usa además otra enagua interior de bayetilla roja.
La blusa es de manga larga con cuello y adornos de colores vivos, en la cabeza lleva una mantilla negra que llega hasta la cintura y sobre ella se coloca el sombrero de tapia pisada o jipa. Las alpargatas son de fique atados al pie con galones negros.
Los hombres visten pantalón de paño oscuro, pantaloncillos con lienzo blanco amarrados a la altura del tobillo; la camisa es en tela de algodón blanco, siendo muy corriente la “cotano” de cuello militar con abotonadura sobre el hombro izquierdo. Los puños y el cuello van punteados en negro; también llevan pañuelo o rabo e’ gallo y ruana de lana virgen en tonos oscuros.
La montera la usan en el páramo y es de lana virgen de color claro, cubriendo la cabeza.
El negro fue base para resaltar la gama de colores vivos, permitiendo a los campesinos vestirse distinto y mostrar sus mejores galas alrededor de las fiestas patronales, las celebraciones familiares o simplemente días domingueros.
Los hombres chibchas llevaban un largo poncho de lana que les llegaba hasta las corvas, para protegerse del frío.
Los vestidos españoles y chibchas de los siglos del coloniaje hispánico, con las influencias de las modas francesas introducían en las de los borbones y el siglo XVIII y otras europeas del siglo XIX, fueron conformando un traje típico del boyacense y recibió adaptaciones de acuerdo a la región.
El campesino boyacense viste de pantalón de dril, camisa de tela de algodón, alpargates, sombrero de tapia pisada y ruana de lana; en algunos casos la montera de ruana.
La mujer boyacense de los campos viste una falda de tela de algodón con amplios vuelos y adornada en la parte inferior con dibujos y aplicaciones de variados colores, blusa de algodón con bordados, pañolón o mantenilla, sombrero de caña o tapia pisada, alpargates blancos atados con galones negros. La campesina boyacense acomodada acostumbra una indumentaria en las telas y finos adornos, paño de castilla, cachemira o frisa.
El campesino boyacense usa la ruana, la cual tiene su origen en los largos ponchos chibchas y capote español. Son en general hechas en tonos oscuros y relativamente pequeñas.
El sombrero campesino boyacense es de tapia pisada hecho de trencilla de “palmiche” y fibra de palma de ramo o fique. También se acostumbra el sombreo de caña en algunos lugares del centro y valle de tenia.
Vestidos
El clima frío de la región caracteriza el vestido con una variada gama de colores, que obedecen a una tradición que se remonta a la época en que los chibchas utilizaban para sus ritos y ceremonias mantas azules, rojas y de otros colores que hoy se reflejan en pañolones, blusas, faldas y mantillas, que han sido constantes en los últimos cuatro siglos, y una especial tendencia a bordar, adornar y embellecer atuendos.
Las campesinas de la región visten falda negra y larga confeccionada con prenses; va con diferentes adornos, con muchos colores elaborados en cintas de artiseda, canutillos y mostacillas. Debajo de la falda se usa una enagua blanca con arandelas; la campesina de páramo usa además otra enagua interior de bayetilla roja.
La blusa es de manga larga con cuello y adornos de colores vivos, en la cabeza lleva una mantilla negra que llega hasta la cintura y sobre ella se coloca el sombrero de tapia pisada o jipa. Las alpargatas son de fique atados al pie con galones negros.
Los hombres visten pantalón de paño oscuro, pantaloncillos con lienzo blanco amarrados a la altura del tobillo; la camisa es en tela de algodón blanco, siendo muy corriente la “cotano” de cuello militar con abotonadura sobre el hombro izquierdo. Los puños y el cuello van punteados en negro; también llevan pañuelo o rabo e’ gallo y ruana de lana virgen en tonos oscuros.
La montera la usan en el páramo y es de lana virgen de color claro, cubriendo la cabeza.
El negro fue base para resaltar la gama de colores vivos, permitiendo a los campesinos vestirse distinto y mostrar sus mejores galas alrededor de las fiestas patronales, las celebraciones familiares o simplemente días domingueros.
waw tan bonito conocerr todo eso es re bonito este texto .......felicitaciones
ResponderEliminarola, gracias me sirvio mucho para una investigacion importante es muy buena la pagina ,...
ResponderEliminar:3 gracia' muy buena la información UwU
ResponderEliminarNo soy donato
ResponderEliminarme gusta mucho sus rios
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